lunes, octubre 22, 2007

Decencia

Generalmente, los que nos interesamos por cuestiones culturales y artísticos, nos ocupamos de temas que están alrededor de acontecimientos artísticos, producciones culturales, educación, o temas que se relacionan con la industria cultural.
Sin embargo, hay temas centrales de la cultura que tienen que ver con actitudes de vida y con responsabilidades humanas y ciudadanas. La cultura en última instancia, es la forma en que nos interesaría que sea la sociedad en la que vivimos, la forma en que nos relacionamos, la manera en que analizamos lo que nos rodea.

Por supuesto que hay varias culturas posibles. Está la cultura mafiosa de la complicidad delictual, del arreglo por izquierda con los amigos, de la malversación del patrimonio público (el patrimonio de todos), la cultura de la viveza, la de madrugar al inocente, al poco informado, al respetuoso, en suma al "gil". Con esta cultura es totalmente posible construir una sociedad, de hecho, vivimos en una sociedad donde estos valores, estos criterios, son los predominantes en algunos ámbitos.

El problema se presenta cuando comienzan a sumarse las cosas que no nos gustan de la realidad que nos rodea, y comenzamos a darnos cuenta, de que hace falta una verdadera transformación cultural, y que posiblemente un proyecto artístico tenga alguna relación con esto.

Estas reflexiones surgieron a partir de leer (y confrontar) dos notas del diario Río Negro.

En la primera hay un castigo cuando se hacen las cosas bien. Por lo que surge la pregunta, ¿para ser policia de la provincia de Neuquén, es necesario hacer lo que corresponde?
En la segunda, nos hemos acostumbrado a la tergiversación y al manoseo, ya que los que tienen que dar explicaciones, no las dan.
Ricardo